viernes, 5 de enero de 2018

La crinolina y sus inconvenientes

Quiero empezar las entradas de este año con imágenes satíricas de la época de crinolina, en las que, de forma divertida, ilustraban sobre los múltiples inconvenientes que tenían el uso de las grandes"jaulas" en la vida cotidiana.
Cuando las dimensiones de las faldas llegaron a su máximo esplendor, fueron muchos los artículos y las ilustraciones en prensa que llamaban la atención sobre las incomodidades que se producían, tanto para la usuaria, como para sus acompañantes, y la gente que la rodeaba.
Cosas tan sencillas como pasear, cruzarse en el paseo con otra señora vestida de la misma forma, o bajar una escalera, se convertían en complicados sucesos que en ocasiones tenían desenlaces aparatosos.

Subir y bajar de un carruaje, acomodarse más de una persona en su interior, y no digamos si había una aglomeración de gente, daban lugar a situaciones complicadas.
La entrada y salida de los coches de caballos y la estancia en su interior, fueron inspiradoras.
Pero empecemos por el principio, ya la compra de estos "artilugios" era complicada, pues si bien en las grandes ciudades uno se acercaba a la tienda correspondiente, y allí las encontraba...
Cuando lo mismo se debía hacer en lugares más pequeños, y era el vendedor el que portaba las mercancías a las posibles compradoras, no era sencillo el transporte.
Vestirse con una crinolina normal, necesitaba de ayuda, pero el hacerlo con las grandes, era complicado hasta con varias criadas dispuestas a poner sus mejores artes.
Cuando se estropeaban, debian arreglarlas, el herrero, se supone, es otro de los momentos en los que sirvieron para ironizar en estas viñetas satíricas.
Normalmente las señoras que llevaban estos vestidos no hacían muchas tareas domésticas, pues tenían un amplio servicio, que se encargaba. 
Las clases inferiores, siempre trataron de imitar a las que estaban por encima, también llevando amplias jaulas, lo que en ocasiones daba lugar a imágenes que se ridiculizan en los dibujos de abajo.
Las inclemencias meteorológícas no hacían mas que incrementar las dificultades de vivir atada a una crinolina.
Es sobre todo el viento el que mas ha inspirado a los creadores de estas viñetas. 
Las ráfagas y la posibilidad de salir lanzada al espacio como un globo aerostático.
La nieve y la competencia que se hace barriendo las calles con la falda.
Y si en algo se interponen las grandes faldas, es con las relaciones sociales, las conversaciones, el galanteo.
La posibilidad de ocultar todo tipo de cosas debajo de esta estructura llamaba mucho la atención.
Tampoco para la práctica de deportes como la equitación se las veía muy prácticas.
Aún asi supieron pensar en otros usos imaginativos.
Así era el humor en la sociedad victoriana de mediados del s. XIX. ¿Creen que ha cambiado mucho ?

















5 comentarios:

  1. Hola
    ¡¡Muy divertido tu post!!
    He disfrutado mucho con las imágenes.
    Un Abrazo

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    1. Me alegro que te haya gustado !. Gracias t@mbien por dejar tu comentario. Hasta pronto.

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  2. Buenos días, me gustaría por favor que se pusiera en contacto conmigo para hacerle una consulta sobre vestuario. Gracias, un saludo. (yaizafabiolabs@gmail.com)

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  3. :))))), pero qué malas eres...vestir una crinolina es de lo más maravilloso!!!
    Una entrada genial.

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    1. La verdad es que son buenas imágenes sacando punta a los inconvenientes !

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