miércoles, 1 de mayo de 2013

Los bolsos. Ridículos. Ancien bag. Mio de ganchillo.

Tenemos la ídea de que los bolsos son un complemento exclusivamente femenino, pero a lo largo de la historia esto no ha sido así.

Los bolsos de herramientas, de caza, etc, eran masculinos. Hoy nos hemos apropiado de este complemento de forma casi exclusiva.
Nacen de la necesidad de transportar diferentes cosas, ya sean instrumentos, carne, frutas, etc.
Desde la época prehistórica los hombres han llevado bolsos para transportar sus herramientas de caza. Los zurrones de los pastores proceden de tiempo inmemorial, y eran muy semejantes en todas las culturas.
En la época de dominación romana , tanto hombres como mujeres llevan la "bursa", especie de monedero de piel que se recogía con una cinta.
Durante el s. XVI, tanto mujeres como hombres llevaban los bolsos a la vista. Era un indicador de clase social, de estatus.
Durante los siglos XVII y XVIII los bolsos pasaron al interior de las prendas: se convirtieron en "bolsillos", ocultos entre las ropas amplias, voluminosas y con muchos pliegues.
A mediados del s. XVII aparece la "cartera", donde se guardan las cartas, así como otros documentos.
En la época imperio las telas eran muy transparentes, los trajes pegados al cuerpo, con poco volumen, y la cintura ya no se marcaba, todo esto hizo que los bolsillos interiores desaparecieran y salieran al exterior en forma de "ridiculos".
Su nombre procede del latín "reticulum", y al principio eran los bolsillos interiores que salian al exterior al añadirles una cinta. Se fueron enriqueciendo, adornando, construyendolos a juego con las telas de los vestidos, en definitiva, pasando a ser un complemento imprescindible de moda, que además de una función utilitaria, tenía una función de adorno.
Dicen que llevaban en ellos colorete, abanicos, polvos faciales, perfumes, etc. A mi me parece imposible por lo minúsculos que eran.
Los manguitos tuvieron mucho éxito porque cumplian dos funciones, la de bolso, ya que se podía llevar en su interior diferentes cosas, y la de abrigo para las manos, pues los guantes no eran sufientes en muchas ocasiones.
Durante la segunda mitad del siglo XIX el bolso era un accesorio imprescindible para una mujer de clase social elevada, un accesorio que combinaba con el resto de su indumentaria.
Los bolsos con asas metálicas aparecieron en 1875.
Inicialmente los ridículos se hacian en sedas, terciopelos, cuero, linos, etc, y se adornaban con bordados con hilos dorados, plateados, y a veces con piedras preciosas o semipreciosas y perlas.
Lazos y aplicaciones contribuian a darles más colorido y realce.
La variedad de modelos, formas y materiales usados en su construcción ha ido pareja a los avaces de la técnica y el descubrimiento de estos.
Las condiciones económicas, el momento social, etc, han influido en la moda. Con la incorporación de la mujer al mundo laboral los bolsos se ampliaron, pero esta ya queda fuera de  los tiempos victorianos y no lo tocaré.
Hubo modelos muy populares, de los que se han conservado muchas piezas.
Yo hoy quiero hacer hincapie en un tipo muy "proletario", al alcance de casi todo el mundo porque se podía hacer en casa.
He comprado este modelo que les enseño a continuación, muy similar a los tres vistos arriba.
Hace unos días visitando una tienda de antiguedades lo volví a ver, y esta vez me lo llevé. Han sido 20 euros. Tenían tres muy similares, y me decanté por el más pequeño. Las variaciones entre los tres eran mínimas,tamaño, color del hilo, la forma de cerrarlo y poco más.
Las dos caras son practicamente iguales, salvo dos borlones en la flor, que tal vez existieron y se han perdido.
Así que si saben hacer ganchillo las animo a que se hagan un bolsito de este tipo.
Ninguno de los tres bolsos conservaba el forro de seda interior, que la persona que me vendió, dijo había quitado de los tres, por estar muy rotos y deteriorados. Ya sabemos que las sedas de esa época tienen una vejez fatal. En el mio tengo que hacerselo.
Lleva un cordoncillo para cerrar.


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