lunes, 25 de marzo de 2013

Paraguas victoriano

Ahora que empezó la primavera, en plena Semana Santa, y cuando todo el mundo mira al cielo rogando que no llueva para que las procesiones puedan salir a la calle, vemos como lo más normal del mundo usar el paraguas.
Pero es el paraguas un elemento relativamente reciente, por estas tierras, como complemento de la indumentaria del hombre. Lleva con nosotros poco más de dos siglos.
Tenía la intención de hacer antes una entrada sobre sombrillas, pues fueron anteriores en su aparición, uso y propagación por los distintos continentes, al paraguas.
En Oriente, donde surgieron las sombrillas, también fueron pioneros en el uso de paraguas.
Se dice que fueron los chinos los primeros en impermeabilizar las sombrillas para usarlas como paraguas. Daban cera al papel de las sombrillas.
Por este motivo haré unas menciones a la historia del paraguas y me extenderé más con las sombrillas en otra entrada.
Para los ingleses las sombrillas se consideraban un tema femenino o de "franceses". (Francia fué en este tema unos 50 años por delante de Inglaterra).
Aunque las sombrillas eran conocidas en Europa en el s. XVIII, y usadas por las mujeres, no eran de uso común, y menos para protegerse de la lluvia. Así lo confirma una carta del general James Wolfe, en la que alude al uso de sombrillas en Francia para protegerse del sol y la lluvia y no entiende como no se utilizan en Inglaterra con el clima que hay .
Lo que me parece muy anecdótico, es que en el caso del paraguas se sepa exactamente quien, y en que momento exacto lo introdujo en Londres. Y con una historia que les cuento a continuación, cuanto menos curiosa.
Jonas Hanway era el nombre del inglés, que después de viajar por Rusia y Extremo Oriente a causa de sus negocios, de ver como el paraguas protegía de la lluvia en esos países, pensó que sería ideal para el clima londinense.
El nació en 1712. No estamos hablando de un cualquiera. Era un hombre rico y respetado, que amasó una buena fortuna y decidió retirarse de los negocios y de los viajes, para fundar hospitales y hospicios viviendo de sus rentas. Cuando contaba 38 años comenzó a usar un paraguas que llamaba la atención de todo el mundo. 
No pasaba desapercibido, ni siquiera se conformaron con ignorarle o hacerle alguna burla...los niños le tiraban piedras , trozos de verduras, le insultaban. Pero ni las críticas y mofas de los adultos y clase bien pensante le hicieron rendirse. Ni siquiera las bromas de mal gusto y tropelías de la chiquillería. El siguió usando el paraguas, convencido de que su uso se extendería en poco tiempo, por ser muy práctico y al alcance de mucha más gente que los coches cubiertos, que sólo las clases altas podían costear en propiedad, y algunos en alquiler a modo de taxis.
Hasta sus antiguos socios le daban de lado, pero el siguió en sus trece, y cuando murió, en 1786, los caballeros británicos ya usaban , algunos, el paraguas y le llamaban "hanway".
Al principio...en posadas, cafes y otros establecimientos públicos tenían un paraguas para que los clientes llegarán del local a los coches de caballos, y a la inversa. Pocos lo tenían propio.
Paulatinamente se fue popularizando. Se consideraba que los ricos podian tener, para no mojarse coche propio, los medianos, paraguas propio, y los pobres, ni coche, ni paraguas.
En 1830 s inauguro,en Londres, en la calle Oxford , la primera tienda de paraguas.
Los primeros paraguas fabricados en Europa eran pesados, estaban realizados a mano, de forma artesanal. El mango solia ser de madera  noble, como el ebano, y el resto en maderas mas normales, o con huesos de ballena. La tela era alpaca o lona engrasada. Posteriormente se usó la seda. Esto aligeró el peso de los paraguas.
En el siglo XX los materiales como algodón, nylon, etc hicieron paraguas más baratos, reemplazaron a la seda.

En 1952  Samuel Fox comenzó a usar varillas de acero, como las que se usaban para los corsés. Fundó la compañia de Aceros Ingleses para fabricarlos.
En 1885 se patentó por primera vez un paraguero.
Les muestro unos paraguas que compré hace tiempo. Son intercambiables los mangos con las copas.
Tienen un único forro, que no está en muy buen estado.
Las fotos son bastante regulares, pero por no buscar ahora los susodichos y hacerlas de nuevo, les pongo las antiguas.

En algún momento las cambiaré por otras mejores, en que se aprecien los labrados de la madera de las bolas finales, que ahora ni las muestro porque son malas.

3 comentarios:

  1. Que buena historia, no tenía ni idea de cuándo se había introducido su uso aunque si recordaba que al principio eran muy pesados y caros. Muchas gracias por la información, me ha gustado mucho leerla. Sus paraguas son muy bonitos y es toda una curiosidad que los mangos sean intercambiables.
    Un abrazo y voy a compartir la entrada en Facebook, que me parece de lo más interesante.

    ResponderEliminar
  2. Coincido con Charo, Lourdes. Me ha parecido de lo más interesante la historia de todo un visionario. Apuesto a que no sufrió tantos resfriados como el resto de londineses ;). Y sus paraguas, qué decirle, son una joya con mangos intercambiables. Antes sí que sabían ser originales hasta para lo que acababan de inventar ;)

    ResponderEliminar
  3. Yo tampoco estaba muy empapada de esta historia que no deja de ser curiosa. Tu colección de paraguas me tiene encantada. Y aunque tu digas que no están en buen estado, son una maravilla para exhibirse con cuidado :) Gracias por esta entrada tan llena de detalles.

    ResponderEliminar

Translate