Dentro del fin de semana en el que hicimos el baile de gala de regencia había otra actividad para el domingo que resultó también de diez.
Nos dirigimos todos los asistentes a visitar el Palacio de Aranjuez. Con ropas diferentes a las utilizadas en el baile de gala, al menos la mayoría de los asistentes, pues de una u otra forma todos tenemos ya un "fondo de armario" de estilo regencia que nos permite varios cambios.
El palacio es precioso, tanto en las estancias interiores, como los jardines. ¡ Qué les voy a contar!
La distribución la hicieron , fundamentalmente en función de los idiomas, pues como ya les dije en la entrada del baile de gala, estábamos participantes de diferentes países: ingleses, rusos, italianos, etc.
Lamentablemente en el interior no es posible hacer fotos, y nosotros seguimos las normas fielmente, por lo que solo les puedo mostrar las fotografías del exterior.
Como hacía un día tan estupendo, los visitantes, al menos en los jardines, eran numerosisimos, y su asombro al encontrarse con tanta gente "disfrazada" hacia que preguntasen si estábamos rodando una película.
No hay cosa que peor siente a un recreacionista que le digan que va "disfrazado". NO. Un recreacionista no se disfraza, se viste. Tratamos de hacer la ropa siguiendo los patrones, las telas, los complementos, la ropa interior y demás, como la que llevaban los hombres y mujeres de la época que recreamos. Así como de imitar comportamientos y otras muchas cosas del momento al que nos trasladamos, aunque solo sea con gestos e indumentaria.
Nos hicimos fotos, no solo entre nosotros, también con todo aquel que nos lo solicitaba, y les aseguro que eran muchísimos.
Comimos después en uno de los restaurantes de la zona. Todo un comedor para nosotros. Disfrutamos de la charla relajada , de los comentarios, conociendo a muchos de los asistentes que nos eran ajenos, y con los que nunca habíamos coincidido. O retomando viejas amistades, que por la distancia, no nos vemos tanto como desearíamos.
Así se nos pasó volando el día. La vuelta era libre, la hacíamos en metro, cada uno cuando quería. Llenamos los vagones modernos de sabor añejo. reímos y nos despedimos de muchos a los que tardaremos tiempo en volver a coincidir...y otros con los que es posible no lo hagamos más, esperemos que sean los menos.
Vuelta al hotel para recoger todo. Unos se volvían a sus lugares de origen el domingo, muchos cogimos puente y lo hicimos el lunes.
En cualquier caso, creo que todos llevamos un dulce sabor de boca. Un fin de semana vivido intensamente y de delicioso recuerdo.
Ya de calle, y "normales", salimos a recorrer Madrid, a cenar, contarnos y seguir saboreando los muchos detalles, anécdotas y curiosidades vividas.
Gracias otra vez a la organizadora y a todas mis compis que me hicieron un sitio en su alojamiento.
Nos dirigimos todos los asistentes a visitar el Palacio de Aranjuez. Con ropas diferentes a las utilizadas en el baile de gala, al menos la mayoría de los asistentes, pues de una u otra forma todos tenemos ya un "fondo de armario" de estilo regencia que nos permite varios cambios.
A pesar de ir el 30 de octubre, la temperatura era casi primaveral.
Esto nos permitió lucir los trajes mejor, y disfrutar posteriormente de unos paseos por los jardines de los que las fotos dan buena cuenta.El palacio es precioso, tanto en las estancias interiores, como los jardines. ¡ Qué les voy a contar!
Rodeada de cuatro estupendos caballeros. ¿Quien ha dicho que en las recreaciones hay pocos hombres ?
En esta fotografía se atisba el vestido verde que llevaba debajo del abrigo.
Para la visita nos repartimos en varios grupos, y mientras unos veían unas cosas otros veían otras.La distribución la hicieron , fundamentalmente en función de los idiomas, pues como ya les dije en la entrada del baile de gala, estábamos participantes de diferentes países: ingleses, rusos, italianos, etc.
Lamentablemente en el interior no es posible hacer fotos, y nosotros seguimos las normas fielmente, por lo que solo les puedo mostrar las fotografías del exterior.
Como hacía un día tan estupendo, los visitantes, al menos en los jardines, eran numerosisimos, y su asombro al encontrarse con tanta gente "disfrazada" hacia que preguntasen si estábamos rodando una película.
No hay cosa que peor siente a un recreacionista que le digan que va "disfrazado". NO. Un recreacionista no se disfraza, se viste. Tratamos de hacer la ropa siguiendo los patrones, las telas, los complementos, la ropa interior y demás, como la que llevaban los hombres y mujeres de la época que recreamos. Así como de imitar comportamientos y otras muchas cosas del momento al que nos trasladamos, aunque solo sea con gestos e indumentaria.
Nos hicimos fotos, no solo entre nosotros, también con todo aquel que nos lo solicitaba, y les aseguro que eran muchísimos.
Comimos después en uno de los restaurantes de la zona. Todo un comedor para nosotros. Disfrutamos de la charla relajada , de los comentarios, conociendo a muchos de los asistentes que nos eran ajenos, y con los que nunca habíamos coincidido. O retomando viejas amistades, que por la distancia, no nos vemos tanto como desearíamos.
Así se nos pasó volando el día. La vuelta era libre, la hacíamos en metro, cada uno cuando quería. Llenamos los vagones modernos de sabor añejo. reímos y nos despedimos de muchos a los que tardaremos tiempo en volver a coincidir...y otros con los que es posible no lo hagamos más, esperemos que sean los menos.
Vuelta al hotel para recoger todo. Unos se volvían a sus lugares de origen el domingo, muchos cogimos puente y lo hicimos el lunes.
En cualquier caso, creo que todos llevamos un dulce sabor de boca. Un fin de semana vivido intensamente y de delicioso recuerdo.
Ya de calle, y "normales", salimos a recorrer Madrid, a cenar, contarnos y seguir saboreando los muchos detalles, anécdotas y curiosidades vividas.
Gracias otra vez a la organizadora y a todas mis compis que me hicieron un sitio en su alojamiento.
La verdad es que lo pasamos de fábula! Sin caer en vulgares exageraciones, creo que este evento ha marcado un antes y un después en cuanto a recreación civil se refiere. Así que no podemos perder la buena racha y apostar por un nuevo evento así para el año que viene.
ResponderEliminarUn besote, Lourdes!