domingo, 14 de abril de 2013

Tarjetas de visita.

Pensando sobre el tema de una nueva entrada, y tratando de variar con los temas hasta ahora mostrados, pensé en enseñarles un tarjetero de nacar, muy sencillo, que compré hace tiempo en ebay,  de los más baratos.
Posteriormente he visto otros muchos modelos, algunos muy trabajados, y con diferentes tipos de nacar, preciosidades.
El botoncito de metal que ven, al presionarlo hace que se abra el tarjetero.
La chapita, tal vez fuera para grabar y poner el nombre del propietario.
Buscando en internet sobre los tarjeteros, pasé a las tarjetas de visitas del s. XIX, y me encontré con un mundo apasionante y de lo más curioso, que quiero compartir con ustedes, al menos una pequeña iniciación.
Las tarjetas de visita reciben este nombre, porque aunque hoy se usan como presentación, en sus inicios servian para anunciar en una casa a la que se iba de visita, quienes estaban en la puerta esperando ser recibidos, o bien aquellos que habian ido a visitar, pero al no hallar a nadie en casa, dejaron a los criados o lacayos su tarjeta.
En Europa, fué en el s. XVIII cuando la aristocracia recibia en sus salones, el inicio del uso de tarjetas de visita o "cartes de visite".
Cuando la vida social se hacía en los grandes salones, como siempre, los entresijos, las normas de cortesia , se multiplicaron.
 Las tarjetas inicialmente eran aguafuertes, en los que se ponía el nombre, titulo y dirección, estaban adornadas con dibujos en el exterior.
Las costumbres y usos de la nobleza fueron copiados por las clases más altas, y no podía ser menos en esta costumbrede las tarjetas de visita.
Estas tres tarjetas son del s. XVIII.
En muchas se ponian el nombre y apellidos seguidos de profesiones, títulos civiles o militares, etc.
En principio eran unicamente los hombres los que tenian estas tarjetas.
Un cambio revolucionario sucedió en 1864 en que André Adolphe Eugène Disdéri, inventó una nueva máquina fotográfica, que permitia hacer a la vez 6, 8 y hasta 12 pequeñas fotografias.

Esta es de 8 fotografias, u aunque les puede parecer que son las 8 iguales, no es así.
Disdéri, que nació en 1819, y murió en 1889, empezó como pintor, siguió con el daguerrotipo,  pero al inventar esta máquina de fotos que patentó, cambió su vida. Popularizó la fotografia, y sobre todo el uso de fotografias en las tarjetas de presentación.
Era una máquina de fotos con 6, 8 o doce objetivos, en vez de uno solo, y que ponía en cada placa, donde antes estaba una sola fotografía, 6, 8 o doce imágenes iguales, o diferentes, según abriera uno o más objetivos a la vez.
Se hizo rico rápidamente. Abrió un estudio en Paris, que era el más famoso, después tendría otros en Madrid y Londres. Todos constaban de dos pisos, en el de abajo almacenes y demás salas para las copias y el trabajo, y arriba el estudio donde realizaba las fotografias.
Tendía a fotografiar a sus clientes con algo que indicara su profesión, se le considera academicista. ´Todo aquel que se creyese algo, y pudiera costearselo se hacía una tarjeta de visita con fotografía incluida. Era "el no va mas".
Las fotografias se pegaban sobre unas cartulinas para su mejor conservación llevando en la parte inferior el nombre del fotografo que se lo hizo, y a veces también el de la persona fotografiada.
Inicialmente eran de 6 por 9 cms, posteriormente de 10 por 15.
Se puso de moda hacer albunes con las tarjetas de visita de los amigos, y a veces también de personajes famosos.
Estas fotografias eran mucho más baratas que un retrato pintado, y hasta 15 veces más baratas que las fotografias normales de estudio.
Muchos fotografos se arruinaron con el invento de Disderi, pero otros muchos le copiaron y comenzaron a hacer este tipo de fotografias que fueron muy populares en la segunda mitad del siglo XIX.
Duquesa de Alba
No solamente existian las que cada uno hacía para ofrecer a sus amistades y compromisos como tarjetas de visita, personajes de la realeza, y otros, tenian fotos de este tipo que se vendian en los estudios de fotografía o por correo.
 La reina Victoria permitió vender 70.000 copias de su imagen.
 Una de las colecciones más afamadas en España de estas fotografias están en la Fundación Lázaro Galdeano, donación de los herederos del escritor Pedro Antonio de Alarcón, donde hay unas 500 fotografias. Algunas se saben a quien pertenecieron, otras están sin asignar, y aunque la mayoría corresponden a sus amigos, tiene otras compradas de personajes del momento.
He de reconocer que nunca había visto algúnos tipos de fotografias como tarjetas de visita, ni se me había ocurrido el porqué del nombre.
Disdéri murio en la más completa ruina. No solo vale con tener una buena ídea o patente. Hay que saber administrarse.
Quedan muchas cosas en el cajón, de este tema. Protocolos, costumbres, plegados de las tarjetas, etc. Además de algunas tarjetas de visita que he descubierto en los dos albunes que compré, del s. XIX, y de los que ya les he hablado. Seguiré en otra entrada.

sábado, 6 de abril de 2013

Traje de 1890-1900

La imagen del traje que viene a continuación, podría parecerse a este, Quie pertenece a la década 1890-1900. Con un canesú delantero en color claro, cuello que pueder alto, falda muy parecida, pero sin mangas abullonadas.
Ya les había comentado en alguna otra entrada que había encontrado un cuerpo de un traje, que por alguna extraña razón estaba solo, y que debería buscar la falda para guardarlos juntos. Así ha sido.
Previamente les he hecho unas fotos para compartirlas con ustedes.
Mi única intención es que vean los pequeños detalles de costura. Los forros, los cierres, las bastillas, los corchetes, el interior en definitiva.
Todo eso que en los vestidos de los museos no se nos enseña, y que yo creo son importantísimos en la costura, y que conforman un traje, tanto o más que la apariencia externa.
Tanto el cuello como la cintura son de un raso fuerte negro.
Es un traje "duro". Tela gruesa, de invierno. Muy bien conservado. No tiene polilla ni roturas en ningún sitio, (Luego les contaré lo estropeado, que es mínimo).
Los canesús blancos fueron muy frecuentes en esta década. Con distintas formas, tamaños y adornos, se prodigaron en vestidos y blusas.
Formado por dos piezas, falda y chaquetilla. Y un cuello alto que va aparte. No es que yo en algún momento lo separara, o alguien anterior a mi lo hiciera...Va suelto.
El tema de los maniquís es una lata. Nuestras siluetas no tienen nada que ver con las siluetas victorianas, y por más que busque un maniquí adecuado, no lo encuentro.
El efecto de un "pico" encima de las mangas es semejante al de esta fotografía.
Tengo varios, uno infantil de trajes de primera comunión, que lo compré pensando que se adaptaría mejor a las pequeñás cinturas de la época victoriana...pero me equivoqué.
Ni los hombros, ni la chaqueta se pueden cerrar bien.
Y eso que este no es de los excesivamente pequeños. En su momento me lo puse. Cosa que hoy es imposible. Yo diría que traducido al lenguaje actual es una 36.
Aunque no tiene manga jamón, tiene un corte, lo mismo que sucede en otros muchos de esta época. El forro es muy bueno, de buena calidad. Sin ser tieso, ni flojo.
Toda la falda va forrada. Lleva en la parte inferior una especie de felpilla, a modo de reborde, que pueden ver mejor en la primera imagen.
Aunque puesta en el maniquí no tiene mucho volumen , porque le faltan las enaguas, si tiene un cierto vuelo.
El interior de la chaquetilla lleva ballenas, más anchas en la espalda.
 Les hablaba de los defectos del vestido...pues le falta una especie de velo en color beis, del que se veian solo los restos en el cuello. Se mantiene el de la pechera, pero le falta en el cuello.
El modelo de la derecha  se asemeja, aunque creo que mi falda tiene algo más de vuelo, y la parte superior , en mi caso , es más ajustada.
Espero que le haya dado ideas para cuando decidan hacer un traje de este tipo.
Si tienen alguna duda, no dejen de preguntar.



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