jueves, 4 de junio de 2015

Joyería victoriana.

Siendo la época victoriana tan larga, no es fácil generalizar sobre la joyería de las mujeres de esas décadas, pues las modas son cambiantes, así como los complejos rituales de la vida social en los que las joyas eran parte importantísima de la indumentaria femenina.
La mujer, que en la época victoriana estaba en un segundo plano, era a la vez el reflejo del estatus de su marido, y las joyas que lucía en las cenas, bailes, ópera, etc, marcaban la diferencia con todos aquellos menos afortunados que no tenían acceso a ellas
Eran diferentes las joyas de día y de noche. Más discretas las primeras, en materiales más sencillos y de diseños más simples.Normalmente de oro bajo, plata, piedras semipreciosas, perlas...
Mientras que en la noche, para alguien de clase social alta, los eventos a los que asistir eran numerosos, y en ellos se hacía ostentación de los "posibles" de la familia.
Las joyas de noche eran de metales preciosos, gemas valiosas y diseños más elaborados. Los trajes de noche propiciaban gargantillas y collares de gran tamaño, pues los escotes eran habituales.
Además de haber una diferenciación entre joyas de día y de noche, otra serie de consideraciones son importantes, como la edad de la dama, su estado civil, y algo muy importante que estaba por encima de todo lo demás.....si había luto en la familia.
 Las joyas de luto son un punto y aparte, y entre ellas, las joyas con pelo, a las que ya dediqué otra entrada hace tiempo.
Los materiales más usados para la joyería, aparte del oro y la plata, eran el azabache, el coral, el marfil, hueso, perlas ....
Los magníficos collares de perlas aparecen de forma reiterada en los retratos de las damas victorianas. Me encantan.
 Desde los cortos a modo de gargantilla, de una vuelta, de varias, a los largos. Pulseras de varias vueltas, enredados en el pelo....
En la época Regencia, siguiendo los gustos por lo clásico, las formas en greca y diseños geométricos fueron frecuentes.
En el periodo romántico y posterior, es la naturaleza a la que se trata de copiar. Las flores y hojas aparecen en muchas joyas. Tratando de emular a los modelos reales, se hacen cada vez más complejas y parecidas a la infinidad de flores y plantas que hay en el campo.
Collares, diademas, gargantillas, anillos, pulseras, pendientes, broches, alfileres....todo era válido para lucir en sociedad, para demostrar la clase social a la que pertenecía.
Lo que les he enseñado son tres gargantillas de coral. La de la foto de arriba la compré como de finales del XIX, con hilo de metal para ensartar, más resistente.
Este me dijeron que era coral antiguo que mandaron rehacer para ponerle las perlas en los años 50.
Este lo compré yo en un mercadillo, y supongo que será coral de mala calidad, y actual....




1 comentario:

  1. Estos que pones de corales me son muy familiares, también se emplean en la indumentaria tradicional asturiana, junto con los de azabache.
    Todos muy guapos.

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