lunes, 25 de agosto de 2014

Vestido de verano de crinolina

Comencé este vestido para mi, porque como ya dije en otra entrada, me encantan los vestidos de verano, de crinolina, transparentes.
Pero tenía la duda de si los lunares existían o no en esa época, por lo que me documenté, y de ahí salió otra entrada, disipando mis dudas.
Este modelo reunía los dos requisitos que yo quería; tela con lunares y transparente.
Como se ve en esta imagen, al meterle una enagua de distinto color se nota mucho más la transparencia.
La tela , de fondo blanco con lunares verdes, lleva una enagua en blanco. 
Dan una sensación de etéreos, que en los trajes de seda es espectacular al tacto, y en este que es de algodón, no es tan pronunciada, pero me sigue encantando.
Al decirme mi hija que me acompañaba a Almendralejo, no dudé que ella debía llevarlo. 
La capota blanca ya la enseñé en detalle en otra entrada.
Necesitaba una crinolina de más vuelo, pero solo tengo una de gran diámetro, otra de diámetro medio, y una tercera que es más para trajes de 1840.
Al llevar una crinolina más pequeña, no le saca todo al vestido, que tiene vuelo para la de mayor tamaño.
Para el día llevaba una capota que ya enseñé, y para la noche una diadema.
La idea inicial era hacerle un cuerpo diferente para la noche, pero no hubo tiempo. La tela ya está comprada, pero ahora tengo mis dudas...el algodón no me pega mucho para la noche.
El abanico que finalmente utilizó no era el que yo quería, pero al ser nuevo, y barato, se encontraba más cómoda, y sin miedo a estropearlo.
El abanico hacía juego con la sombrilla de dí, que no sale en ninguna de las fotos.
Los mitones, que han salido con un color turquesa..., que no les corresponden.
Y el tocado para la noche, en blanco.






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