viernes, 20 de diciembre de 2013

Patinaje sobre hielo en la época victoriana. Ice skating in the victorian era.

Ahora que las heladas nocturnas son notables, he pensado en contarles algo sobre uno de los divertimentos más típicos de estas fechas en la época victoriana.
Las imágenes que nos han llegado son numerosas, tanto de láminas como dibujos, grabados, fotografias, pinturas...
Y aunque solo sea por recopilar y ver algunas de estas bellezas, creo que merece la pena dedicarle una entrada a este entretenimiento que ha llegado a ser un deporte.
Las primeras noticias sobre el patinaje se encuentran en Finlandia hace más de 3000 años, al colocar un hueso bajo el calzado, hueso que afilaban, pero más que patinar estos artilugios les per5mitian deslizarse sobre la nieve.
Se considera el inicio del patinaje cuando comenzaron a utilizarse los patines de acero, con bordes afilados, y lo hicieron los holandeses en el siglo XIII o XIV.
(Se utilizaban estas imágenes como felicitaciones de Navidad.)
Este deporte se introdujo en Inglaterra en el s. XVI, cuando un rey inglés, que habia estado exilado, volvió, y con él esta afición que caló pronto en la nobleza y clases altas, extendiendose pronto a todas las clases sociales.
Luis XVI llevó el patinaje a París, y desde Mme Ponpadour, aNapoleón I y Napoleón III, eran aficionados al patinaje, así como la nobleza, y lo mismo que en Inglaterra, pasó a las clases más populares.
Las primeras pistas de hielo artificiales, tratarón de hacerlas mezclando manteca de cerdo y sales, ya que no existía tecnología suficiente para hacerlas de otra forma.
El patinaje se usaba como forma de transporte y divertiemnto. Las primeras competiciones, a modo de carreras se hicieron en los pantanos helados de Inglaterra. Hay noticias de carreras a principios del s. XIX, donde competian por ropa, dinero o comidas en los diferentes pueblos.
El fundador del patinaje artístico fué un americano, que en la década de 1860 introdujo en el patinaje movimientos de balet y danza más espectaculares que el patinaje normal. Además hizo unos patines con hoja curva que permitian girar más facilmente.
Si tienen la suerte de tener una pista de hielo cerca y saben patinar sobre hielo, que no es micaso, disfruten de este pasatiempo.
En cualquier caso espero que hayan pasado un ratito agradable viendo estas imágenes deliciosas.
Agradezco se pasen por mi blog, sus comentarios y su tiempo.


martes, 10 de diciembre de 2013

Exposición en Paris: "Roman d´une Garde-Robe"

Les cuento que no podía pasar por Paris y no ir a ver una exposición que había visto anunciada:
"Roman d´une Garde-Robe". "Le chic d´une parisienne de la Belle époque aux années 30".
A pesar de varias peripecias que se pusieron en contra, al final conseguí ver la exposición que me encantó, y que seguramente a ustedes también les gustará si tienen la oportunidad de verla.
Les animo a conocerla si pueden hacer una escapadita. Está en en el Musée Carnavalet del 17 de octubre den 2013 al 16 de marso de 2014. El resto de las cosas del Museo tiene entrada gratuita, y la exposición temporal cuesta, creo recordar, 7,5 euros a los adultos, y niños menores de 18 años gratis.
Les cuento que hay unas 400 piezas, una buena parte de ellas cedidas por Alice Alleume, y el resto de los fondos del museo.
¿Quien era Alice Alleaume para tener esos trajes, sombreros, complementos y otra información de esa época?
Era la jefa de ventas de la casa Chéruit de 1912 a 1923, esta casa de gran fama, estaba situada en la plaza Vendôme. Casa que presentaba dos colecciones al año y a la que acudía la clientela más selecta de Europa.
Era un Paris brillante, en plena Belle Époque, y los modelos donados por Alice eran de la casa en la que trabajaba y de otros grandes de la época como Worth y Lavin, además de multitud de accesorios de los diseñadores más en boga por aquellos años.
Hay algún vestido de su familia, anterior a Aline, también de gran valor, ya que su madre había sido costurera y su hermana mayor trabajó para la casa Worth.
Pueden ver en esta foto la etiqueta de la casa. Es una especie de estola que hace juego con un "guardamanos" precioso.
En piel y con unas borlas de pasamanería magníficas.
Para que se hagan una ligera ídea de que lo que allí pueden ver les dejo este video*.
Hay un buen número de sombreros, preciosos todos, tanto de 1900 como cloches. Pertenecientes a los mejores sombrereros de Paris.
Además de la ropa, Alice donó muchos de los cuadernos que utilizaba en su trabajo y en los que hacía seguimiento de los movimientos de la casa Chéruit, de las clientas que asistian, de lo que compraban y lo que costaban sus compras.
Figurines, bocetos, telas de muestra, etc, completan la exposición y pertenecen a los fondos del Museo.
He de reconocer que lo que más me ha gustado son los trajes más antiguos, los victorianos y eduardianos. Ustedes me entenderán, son los de mis años preferidos, lo cual no desmerece el resto de la exposición, que es magnífica.
Traje de boda con sus botas correspondientes y sus medias. Es quizá el vestido más antiguo de la exposición.
Los detalles del vestido, la tela, los cortes en el patronaje; todo ello solo se puede ver en directo, y malamente las fotos lo captan. Pero en la foto de abajo he tratado de captar algo de esto.
Hay un inconveniente en las fotos, el reflejo de los cristales, que se añade a la mala iluminación que tienen las exposiciones de ropa.
 Olvídense de los brillos, los reflejos, y quédense con una capa de terciopelo fantástica, con un detalle en la parte posterior del cuello de flores.
Otro vestido, con los detalles de bordado en la pechera y en el bajo.
 Fijense en el detalle de que no están planchados...y es que los vestidos antiguos no deben someterse a esas temperaturas.
Otro vestido preioso.
 Algunas de las imágenes son de internet, otras mías, las malas....espero que les merezca la pena las sombras y demás.
Algunos de los dibujos y trozos de telas, bordados, etc que complementan la exposición.
Hay otros muchos vestidos mas tardios....que deben verlos en directo.


domingo, 1 de diciembre de 2013

Los chales de chantilly en la pintura.

Me gustan los chales de chantilly tan de moda en la época de crinolina.
 
Me parecen de una delicadeza tremenda, y me dan la sensación de etéreos.
La maestría de algunos pintores de aquella época, nos permiten ver unos magníficos retratos de damas con unos chales preciosos.
Admiro su técnica pictórica, su realismo, que nos permite disfrutar de aquellas piezas maravillosas y deleitarnos con la visión de los trajes, los peinados, las joyas....
Colocados sobre los hombros, dejándolos caer sobre la cintura, casi con desidia perfectamente estudiada, desde la cabeza a modo de mantilla. Variadas son las formas de lucir esta pieza según el país, la moda o el gusto de la dueña.
El color más frecuente era el negro. También los había en un tono beis. Prefiero el negro, que sobre crinolinas de colores claros o fuertes dejaban ver sus dibujos, generalmente vegetales, flores y hojas.
Hoy les pongo algunas de las numerosas pinturas en las que aparecen mujeres de las décadas de 1840, 1850 y 1860 luciendo un chal de chantilly.
Ya dije en otra entrada que hablaría del origen y la historia de los encajes de Chantilly, en general, y de los chales, en particular, no me he olvidado. Lo haré, pero de momento disfruten de estas pinturas.

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